Vivimos en una tóxica paranoia diariamente, nos alejamos de la gente, nos limitamos a vivir en una burbuja de confort, en una pequeña ventana virtual repleta de likes evitando que alguien de afuera nos contamine y nos envenene con su existencia.

Vivimos en una tóxica paranoia diariamente, nos alejamos de la gente, nos limitamos a vivir en una burbuja de confort, en una pequeña ventana virtual repleta de likes evitando que alguien de afuera nos contamine y nos envenene con su existencia.
En tiempos donde los reyes eran iluminados por dios, la tierra era plana, y las enfermedades maldiciones. la espiritualidad era monopolio de la religiones.
Después de un charla de autocuidado mental donde enseñaba algunas técnicas de meditación en una universidad en Colombia, se me acerca un joven de veinti tanto años; Jean roto, camisa negra y chaqueta de cuero y me dice:
¿Qué salud te traerá el futuro? Hacer esta pregunta tiene un tinte de suerte. Como creer que los resultados de los exámenes médicos ya estaban planeados quizá por la mente de alguien o por la influencia del cosmos.
En el constante propósito de mejorar de la oferta en servicios de salud se hace necesario replantarse uno de los paradigmas de la medicina actual que tiende a buscar la salud «en el exterior»: en el medicamento, el tratamiento o en el «doctor», desvinculando el gran potencial que tienen las personas en su propio desarrollo.
¿Qué es meditar? ¿ cómo meditar? ¿ Por qué tendría qué hacerlo si no soy budista?